martes, 9 de diciembre de 2008

Medellin y el Oriente Antioqueño. 4. La Asamblea Provincial de Victimas del Oriente Atioqueño (APROVIACI)



Despues de una noche en Guarne, me dirigi a Rio Negro donde me recogio la persona encargada de enseñarme la Asociacion Provincial de Victimas del Oriente Antioqueño (APROVIACI). Esta persona, residente en el municipio de La Union era su secretaria, Luzdary Valencia. Despues de pasar la noche en La Union (donde hacia algo de frio), nos dirigimos a Marinilla, donde se iba a realizar la asamblea general de la asociacion. Antes de seguir una anecdota interesante que ilustrare con una imagen:


El encuentro se realizo en una casa de encuentros de unas monjitas (la reja blanca a la derecha de la imagen, detras de las vallas de obra). Al lado de la casa de las monjitas se encuentra El Corralito, un local de... de striptease de dudosa reputacion. Como una monjita le dijo al dueño una vez "hijo, aqui rezamos por las almas de los que entran a tu local." Toda una idea del contraste que se ve en este pais.




Pero vayamos al tema. La asamblea reunio representantes de todos los municipios del Oriente Antioqueño. En esa asamblea se decidio la nueva junta directiva y la direccion que iba a tomar APROVIACI para el futuro. En la asamblea se discutieron muchas cosas, la mayoria de ellas organizativas, que no voy a relatar aqui. Me gustaria mas relatar las experiencias personales que hace a una persona victima de la violencia dar el paso que da para asociarse y salir adelante.
Para empezar, el 90% de las victimas del conflicto colombiano (y en APROVIACI) son mujeres. Son madres, esposas, hermanas, hijas, de desaparecidos, asesinados, prisioneros, secuestrados, o afectados por el conflicto de una u otra manera. El unico colectivo de victimas donde esta estadistica varia es en el de desplazados, gente que se vio obligada a abandonar su casa por la accion armada. Viendo esta proporcion, no es extraño que las asistentes a la asamblea de APROVIACI fueran en su mayoria mujeres. Sin contarme a mi, observador extranjero, de 55 personas, 48 eran mujeres y 7 hombres. Esto nos lleva a la pregunta central:

¿Que hace que una persona, acostumbrada a relaciones de dependencia y subordinacion, donde el referente de su vida ha desaparecido, tome la decision de empanciparse y organizarse?

Antes de seguir es necesario hacer una aclaracion. No supongo que la relacion social de la mujer sea una de dependencia y subordinacion per se. Pero en el entorno rural del Oriente Antioqueño, un entorno conservador y campesino este tipo de relacion es mas la norma que la expcepcion. Las relaciones de genero quedan fuera de este post, por lo que no abogo por ningun proceso de emancipacion de la mujer. Pero la propia accion en lo asociativo crea un curioso proceso que explicare mas adelante.

Las versiones sobre esta pregunta se suceden en las horas del almuerzo. Sentado en una mesa, con un plato de frijoles, arroz y chicharron, las mujeres (y los hombres) no paran de intentar explicarme el por que de esta situacion. Al principio surge algo que ya vi en La Esperanza, el estado no es un aliado. Es un enemigo que, a muchas, les ha causado la situacion que padecen y que, encima, no les da la reparacion que la ley les indica. Hay que organizarse, dicen. Quiero lo que es mio, dicen. Evidentemente, las respuestas mas jugosas llegan en grupos mas pequeños, con un tinto (cafe. Aqui el cafe solo se llama tinto) delante y despues de alabar y reirse de los contrastes culturales. Dar una respuesta categorica a la pregunta planteada anteriormente no es posible, es mas, seria una temeridad. Para muestra voy a repetir una de las conversaciones que tuve.

La interlocutora es una señora en la segunda mitad de los 50 años, de cuyo nombre es pertinente no acordarse, al menos para hacerlo publico. Su historia es la historia "estandar". Un dia unos hombres llegaron a su casa y se llevaron a su marido acusado de pertenecer a la guerrilla (este hombre en realidad conocia a alguien relacionado, o habia hablado con alguien que tendria lazos con la guerrilla). Esos hombres se llevan al marido que un dia aparece muerto en la cuneta de una carretera, cosido a balazos y con signos de palizas.  Esta señora (e hijos/as) ve como su mundo se derrumba, su comunidad tiene sentimientos encontrados, el era un buen hombre pero... algo habra hecho. Ademas, no es el caso unico. Esta señora decide huir, deja su casa y se desplaza a la ciudad o pueblo grande mas cercano. Alli conoce a otras personas en su situacion. Comienza el dolor silencioso. Un dolor sin reparacion y no comprendido que se gesta en el seno familiar. Esta señora malvive para dar de comer a sus hijos/as. Pero, un dia, descubre que hay personas con las que comparte ese dolor. Se crean grupos informales de apoyo y eso lleva, por medio de un poquito de informacion a la idea de organizarse. Asi se crean las primeras asociaciones locales de victimas. Esto, en un principio no lo ve como un modo de emancipacion, sino como un modo de TERAPIA, de poder llevar su dolor y superarlo. Gracias a esto, esta señora sale, aprende a vivir con su perdida y conoce gente. El siguiente paso es esperado, la reivindicacion. El dolor se hace publico y manifiesto gracias al poder del grupo. Unido a la ocasional ayuda institucional local se crea una conciencia de que su situacion es injusta y que alguien o algo debe responder. En muchos casos, son ellas mismas, por medio de una evolucion psicologica. Otras, es el estado, por medio de reparaciones, otras son los distintos actores armados, por medio de justicia. Como dice el lema de APROVIACI, pasan de ser victimas invisibles a ciudadanas con derechos.

Se crea una dualidad de dependencia, antes en el seno familiar, ahora con el grupo. Pero esta pertenencia es emancipada, donde desaparece la sumision y la subordinacion, dos estados que se siguen dando, pero esta vez a un recuerdo, a una memoria con un objetivo, que no se repita.

La mujer toma un sorbo de cafe y me mira con ojos tristes. Esas historias me llevan a las historias de mis aitites (abuelos) sobre la guerra civil. Muertos en fosas, listas en la puerta de la carcel de fusilados sin explicacion. Dolor invisible que en mi tierra lleva casi 70 años sin resolverse. Y aqui, en medio de la barbarie, de vidas destrozadas a balazos en cunetas de carreteras, esta señora, que ha empezado a leer y escribir gracias a talleres creados por APROVIACI, es capaz de mirarme a los ojos y decirme que ha conseguido que uno de sus hijos vaya a la universidad. Y que la vida sigue.

No todo es tan agradable ni optimista. En las reuniones otro hombre (maldita memoria mia cuando hago cosas publicas) explica que va a dejar los puestos de responsabilidad en distintas asociaciones de victimas. La razon es incompatibilidad con el trabajo. Esta es una de las razones mas comunes en Europa para dejar el asociacionismo. Pero yo lo miro con ojos inquisitivos. Algo no va bien. Habra que invocar el poder del tinto y del buñuelo. No son buñuelos, sino empanadas, pero consigo tener una conversacion con el hombre a solas. Un pequeño paseo por el patio con este hombre de mediana edad, manos trabajadas en el campo y carriel en el hombro discutiendo sobre la vida y el cultivo del cafe llevan al factor oculto. Cerca de su localidad se estan creando grupos de Aguilas Negras. Estos grupos son antiguos paramilitares reciclados que ejercen la misma actividad pero con los beneficios del programa de desmovilizacion del gobierno. Estos grupos amenazan con aparecer en su pueblo y esto, para una persona activa en organizaciones siginifica un alto peligro de perder la vida. Sin mirarme, como si me estuviera explicando donde fue de paseo ayer, me dice que es muy peligroso y que no puede exponerse a eso. Hay un segundo de silencio, un hiatus casi dramatico. Se para, me mira y con ojos duros me dice que aun dejando toda actividad no esta seguro que este a salvo. Una vez mas, no se que hacer ni decir. Le pido que se cuide, que piense en su familia, le deseo suerte.

En la austera habitacion del convento meto la cabeza entre las manos. Una vez mas, al pensar en toda la violencia que esta a mi alrededor pienso "Esto es una locura". Solo me salen las palabras en ingles "This is madness". Pero dentro de esta locura, hay voces que gritan y que piden que cese. No quieren prebendas ni facilidades, no quieren ser ricos ni famosos, quieren poder labrar su tierra con tranquilidad, quieren que su marido llegue a casa despues de jugar al billar y que les de un beso a ellas y sus hijos. Quieren que todo esto termine y no se vuelva a repetir. Un faro de luz en medio de una noche oscura. Durante esa conversacion con esa mujer cansada pero luchadora, dijo una cosa que yo ya sabia, pero que viniendo de alguien que ha sufrido tanto cobra mucho valor. "Sí, esto esta muy mal, muy mal. Pero no podemos quedarnos calladas. Si nos quedamos calladas no nos queda nada."






2 comentarios:

Rïzer dijo...

Lo leo luego, que estoy sin tiempo.

Solo me he conectado para decirte:

ZORIONAK CHIQUITIN

Te extrañamos

Darkhorse1974 dijo...

Felicidades campeón!!!!